Aeropuertos sin plásticos
Roma, Florencia y Pisa
El aeropuerto Fiumicino-Leonardo da Vinci de Roma ha asumido el reto de convertirse en un aeropuerto internacional sin plásticos. De los residuos plásticos producidos en el aeropuerto, el 98% se recupera y se envía para ser reciclado. La separación de residuos sigue siendo prioridad a nivel estratégico, por lo que el aeropuerto se ha fijado el objetivo de reducirlos progresivamente.
Como parte de esta iniciativa, el aeropuerto está construyendo una planta de compostaje que le permitirá transformar los residuos orgánicos de bares y restaurantes en compost, y reducir así la cantidad de residuos producidos en más de 1.000 toneladas anuales.
Además, en colaboración con los operadores aeroportuarios, el aeropuerto ha lanzado un proyecto centrado en la reducción de plásticos utilizados en sus instalaciones. El objetivo es eliminar o sustituir gradualmente el uso de platos, vasos, cubiertos, pajitas y recipientes de plástico y convertirse en un aeropuerto libre de plástico en pocos años. También se llevó a cabo la iniciativa Ehi dammi un tappo! para recolectar tapones de botellas de plástico y contribuir con ellos a la inserción de personas con discapacidad en el mundo de la producción. Por último, el aeropuerto está instalando máquinas compactadoras de botellas PET y latas de aluminio en los controles de seguridad de sus terminales para reducir la cantidad de residuos líquidos a eliminar y garantizar la recuperación de los envases.
Según la empresa de gestión Toscana Airports, los aeropuertos de Florencia y Pisa deberían convertirse en los primeros aeropuertos europeos en ser 100% libres de plástico, posicionándose así a la vanguardia de la recuperación de agua. Cada día se recogen 150 kg de plásticos en ambos aeropuertos y se desechan más de 3.000 litros de agua embotellada.
El plan, que implica desde el personal hasta los pasajeros (un enfoque también utilizado en la campaña Don’t be an ostrich!, que significa «no seas avestruz»), se desarrollará en tres fases:
- Instalación de cuatro contenedores en la zona de controles de seguridad para que los pasajeros puedan vaciar agua y otros líquidos y depositar las botellas de plástico vacías en contenedores para su recogida y clasificación. El agua recogida se puede reutilizar en el seno de los sistemas aeroportuarios, ya sea para regar o para desaguar en los baños.
- Instalación de fuentes de agua potable (en inestimable colaboración con Acque y Publiacqua) y distribución de botellas de agua entre empleados y pasajeros.
- Prohibición total de venta y utilización de plásticos en el interior de ambos aeropuertos mediante la modificación de las cláusulas contractuales establecidas para las marcas que operan en tiendas y cafeterías.